EL UFO-CRASH DE MATAQUESCUINTLA
Entre tantas leyendas urbanas que se escuchan en Mataquescuintla está la de un Ovni que se estrelló hace muchos años en una finca ubicada al sur del casco urbano, el cual buscando en las diferentes paginas de la red esta documentado como uno de los casos mas verídicos e importantes para los que estudian el fenómeno Ovni, en este blog les dejo varios fragmentos tomados de diferentes páginas especializadas en el tema, creer o no creer en esta leyenda es una cuestión muy personal y la cual tenemos que respetar, yo creo, y usted?
(Foto tomada en parque Pino Dulce y editada por mi, J.R.Cruz)
EL RELATO DE LOS HECHOS
La principal testigo la Sra. María Candelaria Hernández
tenía en aquellos años aproximadamente unos 74 años, lo cual las cuentas
nos llevan a pensar que los hechos habrían ocurrido alrededor de los
años 1938-1939, lo que hace este episodio uno de los más antiguos
Ufo-Crash que se tenga conocimiento.
La testigo relataba en su niñez a su hijo Pablo, la
historia de unos extraños hechos ocurrido en unos terrenos vecinos a su
casa, para ser preciso en la finca “La Concepción”, propiedad ahora de
la Sra. Antonieta de Braun y que siempre ha pertenecido a su familia por
generaciones.
Es este hijo de nombre Pablo Hernández quien en el año
1983 relató este episodio al investigador guatemalteco Oscar Padilla que
realizó las comprobaciones necesarias para avalar el caso como real y
con motivos muy sólidos de credibilidad.
Los hechos en sí se pueden resumir de la siguiente manera:
Doña Candelaria estaba lavando ropa en unas pozas llamadas
“Las Charquitas” de pronto escuchó un ruido ensordecedor, al mirar el
cielo vio pasar sorpresivamente y en raudo vuelo una bola incandescente.
Esta bola incendiaria pasó sobre los cipresales que hay en el lugar y
observó que estos árboles quedaron moviéndose por el aire emitido al
pasar la bola.
Doña Candelaria se extrañó, pero la premura en lavar la
ropa que le encargaban los policías destinados en la región pudo más que
su curiosidad y solo recuerda que vio a unos niños a eso de las 17:00
hrs. que salían del bosque y que con gran agitación le decían:
" Doña Cande vaya a ver los muñequitos que
cayeron del cielo, allá atrás en la cuadra donde corren los caballos,
están todos chamuscados y huelen a hule quemado"
A pesar de lo extraño expresado por los
niños, el cansancio y la carga de la ropa limpia la hizo desistir y
empezó a caminar por el largo sendero que la llevaría de regreso a casa.
Doña Candelaria al otro día se levantó temprano ya que
preparaba todos los días sus tortillas de maíz para el desayuno, a pesar
que en Colís (*) nunca pasa nada, aquella mañana Doña Candelaria
escuchó rumores de muchas personas que se dirigían hacia el lugar de los
cipresales donde ella había visto caer la bola incandescente, notó que la
mayoría de estas personas eran soldados, policías, guardias de Hacienda
y algunos "gringos" desconocidos en la zona.
A las 8:30 de la mañana ya estaban bajando toda esta gente
al lugar. El Jefe de la Policía que era amigo de la familia le acercó
una caja de aluminio como los camarines en donde traían algo entre
varios policías. Uno de los policías que también era amigo de la familia
le dijo:
"Mire Doña Cande, los marcianitos que cayeron del cielo" Doña Candelaria recuerda que alguno de su familia expresó:
"Pobrecitos los angelitos como se fueron a chamuscar" enseguida se persignaron y más de alguno dijo algo así como:
"Dios los haya perdonado".
El Jefe de la Policía tomó la caja de metal y
desapareció junto con los otros agentes de la autoridad y algunos
americanos que lo acompañaban. Doña Candelaria aún recordaba la cara de
espanto de su familia cuando miraron al interior de la caja de aluminio.
Este es el relato sintetizado y trascrito de las
declaraciones de Pablo Hernández, hijo de Doña Candelaria, quien
recuerda perfectamente este relato de su madre, hecho que quedo en la
memoria al paso de los años. Lógicamente que hemos tenido que hacer
ciertas adaptaciones de palabras y expresiones de los testigos para
hacerlo más entendible y universal su entendimiento, pero la esencia del
relato esta intacta.
LA INVESTIGACION
Las primeras averiguaciones se realizan en el mes de Mayo de 1994. El
investigador guatemalteco Oscar Padilla, logra localizar al Sr. Arnoldo
Padilla Rojas, quien tiene una finca rústica por los bellos parajes
donde se adentra el municipio de Mataquescuintla de Jalapa. El Señor
Padilla Rojas confiesa al investigador Oscar Padilla que :
"Hace más de 40 años cuando yo estaba jovencito
unas personas de Colís me contaron que algo había caído, un objeto
extraño, otros comentaban que un globo, otros decían que era un aparato
parecido a un globo".
La
información aportada por el Sr. Arnoldo Padilla Rojas es confusa pues
él no vio nada, pero por antecedentes de lugareños que comentaban el
asunto saca por conclusión algo esencial, y es que durante toda la
investigación se fue certificando "una especie de pacto o juramento habría existido entre la gente del lugar para ocultar el suceso". Padilla
Rojas también confirmó que en aquellos días de su juventud mucha gente
comentaba que se habrían recogido del lugar de los sucesos unos "hombrecillos muy raros".
Las
averiguaciones conducen a unos nuevos testigos. Esta vez es Doña Tomasa
Toledo de la Cruz, mujer de casi 90 años, la cual tiene una memoria muy
lúcida y en excelente estado. Esta dama casi centenaria negó en primera
instancia que estos rumores hayan sido verdaderos, pero su hija Fluvia
Cruz de González sí recordaba que por los años 1979 y 1980 habrían
llegado a la zona cuatro personas que dijeron ser mineros con "extraños aparatos" buscando una "campana de oro"
que según ellos estaba enterrada en la propiedad de la familia. Una
leyenda popular de aquellos años recuerda una banda de facinerosos
llamados "Los Lucíos" asolaban la región, y la gente acostumbraba a
enterrar los objetos de valor, pero así y todo, este episodio de
búsqueda por parte de estos "mineros" no resultó muy convincente ya que sus excavaciones no eran muy organizadas y daban la impresión de buscar a ciegas.
El Sr. Pablo Hernández brindó nuevos nombres a la
investigación, esta persona era Maria Hernández quien habitaba una casa
cercana al lugar de los acontecimientos en aquellos años.
La testigo Maria Hernández recuerda que cuando tenía 18 años
(en los momentos de la entrevista tiene 74 años), aún sin estar casada,
por lo tanto deduce que el suceso ocurrió hace unos 56 años atrás, y
para ser más precisa agrega que podría haber sido en el año 1938 en la
aldea de Morales; hubo muchos testigos de la caída del "objeto", lo denomina abiertamente "un platillo volante"
demostrando que el suceso luego lo asocio a las noticias posteriores
cuando emergió el fenómeno Ovni. Agrega que la gente comentaba que unos
enanitos rubios comenzaron a caminar por el lugar, incluso en el pueblo
se habló de la desaparición de una leñadora siendo testigo su hijo que
se oculto entre los matorrales.
En la entrevista Doña Maria Hernández expresó su temor ante
el parecido de estos enanitos a lo que últimamente esta dando la
televisión y las noticias, agregando que por esta razón ella trata de no
pensar en el tema.
La investigación misma pasó por el Departamento de Santa
Rosa, Casillas, San Rafael de las Flores, y finalmente Morales, que es
una aldea de Mataquescintla.
Las averiguaciones determinaron que existía muy poca gente
viva de aquella época. El Señor Pedro Cano recordó que hace unos 50 años
se habló mucho referente a la desaparición de una señora la cual había
sido secuestrada por un extraño aparato volador en la zona. En cambio
por cada testimonio concreto también se notaba que entre la gente mayor
consultada muchos optaron por callar dando por razonable la sospecha que
un acuerdo mutuo los mantenía en silencio.
La investigación condujo a la casa del Señor José I.
Hernández y su esposa, quienes confirmaron todos los testimonios de sus
antiguos vecinos. La eterna casualidad se hizo presente cuando el hijo
de esta familia Víctor Manuel Hernández, más conocido como Tito en el
lugar y también conocido por su triste afición a la bebida, en un
momento de lucidez ofreció algunos datos que luego de analizarlos
resultaban totalmente coherentes y demostraban que de haber existido
este episodio el lugar de los hechos estaba muy cerca de la casa de la
testigo Tomasa Toledo de la Cruz.
La actitud de Tito es concluyente para la localización del
lugar. Quizás al ser incomprendido en un medio social campesino, y a
modo de revancha ante su propia gente condujo al investigador Oscar
Padilla por un angosto camino de terracería que desembocaba en un sitio
llamado “La Minita”. Era una especie de vereda estrecha, llena de
ortigas y oleaginosas que clavaban traspasando los calcetines
produciendo fuertes picazones, el campo estaba lleno de agujeros en la
tierra y seguramente había sido excavado durante mucho tiempo por otras
personas, la localización al fondo de un río determinó que se estaba
dentro de la finca “La Concepción” y se podían notar antiguas pozas de
aguas ¡No había duda! Estaban precisamente en el lugar donde hace más
de 50 años atrás Doña María Candelaria Hernández vio como cayó un objeto
incandescente en los bosques cercanos a unos pocos metros de un campo
de fútbol.
Las investigaciones llevan a confirmar que un pacto de
silencio entre los pobladores, hizo pasar desapercibida la historia de
este posible Ufo-crash, y la noticia no trascendió a la prensa, más aún,
al estar en tan remoto lugar donde el aislamiento es propicio para
robos y todo tipo de fechorías, esto ayudó al ocultamiento de los
hechos.
Las averiguaciones se tuvieron que llevar a cabo con mucha
precaución, incluso con material de defensa y un vehículo todo-terreno
apropiado a los malos caminos existentes. Lo que sí esta claro que algo
sucedió, y existió un pacto de silencio entre los pobladores y las
autoridades de aquellos años.
¿Se enterró el objeto que cayó del cielo? ¿Porqué razón esta
todo el entorno excavado donde supuestamente cayó el objeto?
Varias leyendas de la zona hablan de una "campana de oro" enterrada. ¿Leyenda popular o asimilación de un hecho real a punto de pasar a la tradición popular?
Las conclusiones de Oscar Padilla, investigador guatemalteco
es que el hecho fue real, y recientemente se reafirmaba en este
pensamiento al ser consultado por quien escribe estas líneas.
(*) Colis: Nombre relacionado con la
toponomia o geonomía del lugar que aseguran tiene relación con la forma
de coliflor del cerro que está a un lado de la ciudad.
Nota: El año 2004 confirma en parte esta
investigación, cuando en esta delegación del IIEE de Chile se recibe un
mensaje de la propietaria actual de este lugar, quien nos menciona que
conoce poco de dicho acontecimiento, pero sí nos expresa haber
encontrado un libro en esta propiedad relacionado con este tema.
Trabajo basado en:
Correspondencia y contacto con el propio autor.
Viajes a la zona a confirmar geografía y relatos
en los años 1989, 1990, y 1997
Texto e imagenes tomadas de: https://www.iiee.cl/r_el_ufo_guatemala.html
Catálogo de UFO-Crashes
Por Xentor Xentinel
1941: Missouri.
1944: Hawai.
1945: Nuevo México.
1945: Mataquescuintla (Jalapa, Guatemala), 3 cuerpos.
1947-1949: Álamo Gordo (Nuevo México, USA).
1947: Great Falls (Montana, USA), 3 cuerpos.
31 MAY 1947: Magdalena (NM, USA), 4 cuerpos.
02 JUL 1947: Roswell (NM, USA), 4 cuerpos.
2 JUL 1947: Magdalena (NM, USA), 4 cuerpos.
05 JUL 1947: Corona (NM, USA), 4 ó 5 cuerpos.
07 JUL 1947: Parque Yellowstone (Wyoming, USA).
Atacada por un avión militar, la Nave se abre como una ostra y cae, pero
sus restos no son hallados.
NOV 1947: Paradise Valley (Arizona, USA), 2 cuerpos.
...
Texto e imágenes tomadas de: http://xentinels.blogspot.com/2008/06/ufo-crashes.html